LA ERA POSCOVID-19 REAFIRMA LAS TENDENCIAS EN EL SECTOR HORTOFRUTÍCOLA

La crisis sanitaria generada por el brote de Covid-19 ha transformado la forma de operar y comercializar en el sector hortofrutícola. Las medidas puestas en marcha por las autoridades locales, nacionales y europeas, así como por la Organización Mundial de la Salud (OMS), han obligado a los actores de la cadena de suministro a adaptarse a un ritmo vertiginoso a lo que se ha denominado como la "nueva normalidad". Por esta razón, el centro tecnológico AINIA ha organizado una mesa redonda digital con empresas del sector primario como Anecoop, Coopaman y Kiwi Atlántico con el fin de analizar los desafíos -innovación, producción y exportación- de la era posCovid.

Así, todos los ponentes del evento ha coincidido en afirmar que la actual situación no pondrá en peligro, sino que reafirmará, la línea seguida en los últimos años, salvo en la inclinación a reducir el uso de plásticos en alimentos frescos. "Hemos notado un incremento del 40% en la demanda desde el pasado mes de marzo. Sin embargo, el aumento ha sido del 20% en granel, mientras que las cestas han crecido al 40%", ha declarado Carlos Vila, director gerente de Kiwi Altántico. Su empresa cuenta con una oferta de envases 100% reciclables, no obstante ha considerado que esta tendencia se ha roto por la sensación de falta de seguridad del consumidor y cree que la restricción al plástico convencional se retrasará como mínimo un año.

Joan Mir, director general de Anecoop, ha apoyado dicha afirmación y ha añadido que "cuanto menos, se disminuirán las exigencias en los tiempos establecidos para la desaparición del plástico". El dirigente de la entidad valenciana, que lidera la producción nacional de kaki y sandía, ha señalado la investigación y, por ende, la innovación como factor fundamental para la subsistencia de las compañías hortofrutícolas. De hecho, ha confirmado que continúa desarrollando los 11 proyectos en los que su cooperativa está inmersa como iDrone, iniciativa de agricultura de precisión que se centra en controlar plagas, planificar cosechas a través de inteligencia artificial y drones para que sean más rentables y respetuosas con el medio ambiente. También ha puesto en valor que Anecoop ha ensayado 2.127 variedades de sandía desde su constitución en la década de los 90 y, por ello, "la calidad lograda cada vez es mejor".

"Hay que demostrarle al agricultor que este es el camino y profundizar en él. Tiene que cambiar su mentalidad a la de un empresario", ha agregado David Rodríguez, director general de Coopaman, la mayor productora de ajo morado en Europa. En este sentido, Rodríguez ha garantizado que la I+D seguirá siendo una seña de identidad dentro de su sociedad, aunque a partir del Covid-19 muchos proyectos estarán relacionados con la salud. Cabe recordar que Coopaman ya llevó a cabo un estudio junto al centro tecnológico AINIA e investigadores del Hospital Ramón y Cajal de Madrid para certificar las propiedades del aceite esencial de ajo a la hora de prevenir enfermedades cardiovasculares. Incluso en 2019 invirtió unos 3M€ para la construcción de una planta, donde elabora este aceite esencial y demás derivados del ajo.