ENVASADO BIODEGRADABLE DE RÚCULA E HINOJO MARINO CULTIVADOS PARA UNA CADENA CORTA DE SUMINISTRO

En este estudio, Gómez, P.A. y colaboradores evaluaron cómo afectaba a la vida útil y a la calidad sensorial y microbiológica de rúcula e hinojo marino recién cortados, un envase de ácido poliláctico, como alternativa a las bolsas de plástico obtenidas a partir del petróleo. La rúcula y el hinojo marino se cultivaron en un sistema de cultivo en cascada, utilizando turba o compost como medio de cultivo. Posteriormente se cultivó hinojo marino en un sistema flotante con lixiviados del cultivo primario como solución nutritiva. Las hojas de ambos cultivos se cosecharon y empaquetaron en bolsas de plástico (polipropileno orientado) o en bolsas de un bioplástico biodegradable a base de ácido poliláctico y se almacenaron durante 7 días a 4 °C. El color, el aroma, la textura y la deshidratación fueron similares para la rúcula proveniente de ambos medios de cultivo, aunque la rúcula cultivada en turba tenía defectos de sabor por ser excesivamente picante. En el caso del hinojo marino, la calidad sensorial disminuyó en los cultivos con lixiviado de turba. En la rúcula cultivada en compost se vio aumentado el contenido de nitrato y vitamina C en el momento de la cosecha, mientras que los lixiviados tuvieron escasa influencia sobre estos elementos en el hinojo marino. Después del almacenamiento, independientemente del cultivo, no se observaron cambios perjudiciales relevantes en las hojas envasadas con bioplástico a base de ácido poliláctico, siendo un producto microbiológicamente más seguro en comparación con los envasados en bolsas de plásticos. El tipo de bolsa casi no tuvo influencia sobre los compuestos fitoquímicos más relevantes. En conclusión, el uso de una película a base de ácido poliláctico sobre hojas de rúcula e hinojo marino mínimamente procesadas es una alternativa sostenible al plástico obtenido a partir de petróleo para una cadena de suministro de alimentos corta. Los autores concluyeron que a medida que se vaya reduciendo el uso de plástico en el envasado de alimentos, la investigación futura deberá priorizar el desarrollo de alternativas ecológicas.