¿A quien no le apetece un helado en verano? Esta época del año el que más o el que menos no se resiste a tomar un helado para combatir el calor, pero los comerciales suelen tener mucha grasa y azúcar lo que hace de ellos alimentos muy calóricos, a diferencia de los caseros.
Los helados hechos en casa con frutas naturales, además de ser una opción muy saludable, rica, nutritiva y con menos calorías, nos permiten aprovechar de una forma deliciosa las frutas que por el calor tienden a madurar muy rápidamente. Al resultar muy atractivos para los más pequeños, suponen un aliado para introducir las frutas o incrementar su consumo en la alimentación diaria, pero no debe sustituir habitualmente a la fruta fresca como tal.
Aprovecha las frutas de temporada y combínalas como más te guste, obtendrás sabores y texturas muy diferentes: sorbete, granizado, polo o helado.
SORBETE. Está a medio camino entre el helado y el granizado. Ideal también para tomar entre comidas, no sólo como postre. Consistencia más liquida y menos densa que el helado.
Sorbete de melocotón
Ingredientes para 4 raciones
GRANIZADOS. Son un preparado a partir de hielo picado, que combinado con frutas convierten a esta bebida en una de las estrellas del verano. Son sencillos de hacer y permite mezclar diferentes frutas al gusto.
Granizado de melón y sandía
Ingredientes para 4 raciones
1/4 sandía mediana
2 cucharadas de azúcar moreno
1 limón
Una pizca de canela en polvo
Hielo picado
Hojas de menta
Abre el melón por la mitad, retírale las semillas, saca parte de la pulpa con un sacabolas y el resto con un cuchillo. Reserva las bolitas y trocea el resto de la pulpa, colócala en un bol grande, añade el azúcar moreno, una pizca de canela en polvo y un poco de ralladura de cáscara de limón. Tritura con una batidora eléctrica y pasa la mezcla por el colador. Saca parte de la pulpa de la sandía con un saca bolas y resérvalas. Trocea el resto de la pulpa, colócala en el vaso americano, tritúrala y cuélala. Echa dentro de cada copa, abundante hielo picado, unas bolas de melón o sandía (a tu gusto), y el zumo de melón o sandía. Decora con unas hojitas de menta.
POLOS. Hacer polos caseros es muy sencillo, sólo necesitamos un molde para polos y el congelador. Los moldes se pueden encontrar en tiendas especializadas en utensilios de cocina y grandes superficies. En caso de no disponer de molde, podemos hacer el polo en un vaso y cuando haya pasado 1-2 horas en el congelador, colocarle un palo de madera a la mezcla. En cuanto a los sabores, se pueden hacer con el zumo natural de las frutas y añadirles también trozos de frutas frescas.
Polo de mango y piña
Ingredientes para 4 raciones
2 mangos maduros
Pela los mangos, retírales el hueso y trocea la pulpa. Pon el mango y la piña en un vaso de batidora y tritura hasta obtener un zumo. Rellena los moldes para polos y deja en el congelador unas 5 horas como mínimo, hasta que estén los polos sólidos.
HELADO. Suele llevar una base de leche, huevo o derivados. De textura suave cremosa permite añadirle los ingredientes que se quieran.
Helado de cereza
Ingredientes para 4 raciones
1 cucharadita de zumo de limón
4 cucharadas de azúcar glass
200 ml de leche concentrada
Lava las cerezas, quítale los huesos y tritúralas en batidora hasta un puré fino. Añade a las fresas el azúcar glass, la nata y remueve todo muy bien. Una vez bien mezclado todo añade también el zumo de limón y continúa removiendo. Mete la mezcla en la nevera durante aproximadamente 4 horas hasta que este muy fría. Remover cada 30 minutos. Puede utilizarse una heladera y las cerezas pueden sustituirse por ciruelas, higos, etc.
Esperamos que disfrutéis este verano con estos ricos helados aptos para toda la familia.
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