Muchas veces compramos en grandes cantidades y no prestamos atención a la hora de almacenarlo, por eso cuando vamos a utilizarlos en muchos casos nos damos cuenta que esas frutas y hortalizas ya no están en su mejor momento o se han estropeado y tenemos que tirarlas.
La temperatura y humedad a la que se almacenan las frutas y hortalizas son factores que influyen sobre su estabilidad, permitiendo alargar en el tiempo su consumo. Estas condiciones, además de la luz, entre otros, afectan a la evolución de su aspecto (color, turgencia, textura, etc.) y a su contenido de nutrientes y compuestos bioactivos.
Desde “5 al día” te damos algunas pautas para mejorar en casa la conservación de las frutas y hortalizas y evitar así la pérdida de nutrientes y su desperdicio de alimentos:
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Las condiciones de conservación afectan a la rapidez de maduración de las frutas y hortalizas. Algunas lo hacen más rápido cuando se almacenan junto a otras, así maduran más rápido si se colocan junto a manzanas, plátanos o peras. La maduración excesiva incrementa el riesgo de desperdicios alimentarios. Antes de llegar a este punto conviene usarla en zumos, cremas, batidos, congelar o cocinar.
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Se recomienda colocar las frutas y hortalizas frescas en la parte más templada de la nevera, salvo los tomates o las frutas tropicales como el aguacate, el plátano o la piña, que se conservan mejor en un lugar fresco, fuera de la nevera.
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Las frutas y hortalizas no deben lavarse cuando se guardan en la nevera, pues el exceso de humedad puede avanzar el proceso de deterioro. El lavado y desinfección debe realizarse cuando se vayan a consumir.
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La congelación es un proceso que afecta muy poco al contenido en nutrientes, pero puede ocasionar cambios en la textura, sobre todo en las frutas. Sin embargo, es el método más utilizado para el almacenamiento a largo plazo de las hortalizas. Antes de la congelación, es conveniente realizar un breve escaldado (inmersión en agua a 100⁰C durante 1- 2 minutos con un rápido enfriamiento posterior) para prolongar su estabilidad y mantener el contenido de nutrientes.
Esperamos que estos sencillos consejos os sirvan para la correcta conservación de las frutas y hortalizas en el hogar y que contribuyan entre todos a poner el granito de arena para evitar el desperdicio alimentario.