El fruto es el órgano procedente de la flor, es el receptáculo de las semillas hasta que alcanzan la maduración. Posteriormente el fruto, también contribuye a diseminarlas. En otras palabras, el fruto es el ovario desarrollado y maduro de las plantas con flor. La pared del ovario, que se engrosa para proteger las semillas es el pericarpo, la carne del fruto. La consistencia de esta pared permite distinguir dos grupos básicos: los frutos secos y los carnosos. Los frutos secos son aquellos cuyo pericarpo está formado a la madurez por células muertas y tiene un aspecto más o menos seco. Los carnosos tienen una o varias capas con alto contenido en agua que conforman la pulpa y la piel.
La fruta se puede clasificar de diferentes formas, según sea su tipo, la forma de recolección, el proceso de maduración, etc.. Veamos su clasificación según el tipo de fruto:
Frutas de hueso o carozo: tienen una semilla encerrada en un endocarpio (parte más interior del pericarpo) duro. Ej: el albaricoque o el melocotón.
Frutas de pepita o pomáceas: frutos derivados de un receptáculo engrosado que, como la pera y la manzana, poseen 5 semillas.
Frutas de grano: frutas resultantes de un receptáculo engrosado, cuyos frutos verdaderos (aquenios) presentan aspecto de minúsculas semillas en su interior. Tal es el caso del higo, o de la fresa.
Podemos establecer otra clasificación atendiendo al tipo de maduración. Muy importante tenerla en cuenta, sobre todo para la conservación en el hogar de la fruta. Existen dos tipos de fruto según esta clasificación, que es conveniente no mezclar para evitar que el etileno acelere la maduración de frutas que lo contienen en menor medida:
Frutas climatéricas: aquéllas que muestran un incremento marcado en la síntesis de etileno: la manzana, la pera, el plátano, el melocotón, el albaricoque, el kiwi y la chirimoya, entre otras. Estas frutas evidencian una maduración coordinada por el etileno, que regula los cambios de color, sabor, textura y composición.
Frutas no climatéricas, no presentan variaciones sustanciales en la síntesis de etileno durante la maduración. Además, el etileno no coordina los cambios organolépticos principales durante la maduración. Entre las frutas no climatéricas se encuentran: la cereza, la naranja, el limón, la mandarina, la piña, la uva y la fresa, entre otras. Estos frutos no deben ser separados de la planta antes de alcanzar la madurez organoléptica.
En cuanto a las hortalizas, son todas las plantas o partes de plantas destinadas a la alimentación. Estas partes son muy variadas, y el Código Alimentario Español las clasifica según la parte de la planta a la que pertenecen en:
Bulbos. Se distinguen, entre otras, las siguientes especies y variedades: Ajo, cebolla, puerro, etc.
Coles: Berza, brócoli, col de Bruselas, coliflor, col lombarda, etc.
Frutos: Berenjena, pimiento, guindilla, etc.
Hojas y tallos tiernos: Acelga, berro, borraja, cardo, escarola, espinaca, lechuga, etc.
Inflorescencia o flores: Alcachofa.
Legumbres verdes: Guisante, haba, judía y tirabeque.
Pepónides: Calabacín, calabaza, pepino.
Raíces: Chirivía, nabo, rábano, remolacha de mesa, zanahoria, etc..
Tallos jóvenes: Apio y espárragos.
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